Desde que la operaron del cerebro a los diez años, Flora Banks sufre un extraño tipo de amnesia: su mente no es capaz de recordar más allá de un par de horas. Hasta que un día, la imagen de un beso furtivo con Drake, el exnovio de su mejor amiga, surge de su memoria de forma casi milagrosa, un indicio esperanzador de que su mente podría funcionar con normalidad. Así que, cuando recibe un correo electrónico en el que Drake le propone que se encuentren en Noruega para contemplar el sol de medianoche, Flora se lanza a la aventura sin dudarlo, con la ilusión de volver a ser ella misma. Sin embargo, desde el momento en que llega a las islas Svalbard, todo resulta muy distinto a lo imaginado, y Flora tendrá que hacer honor al lema que lleva tatuado en la mano, «sé valiente», para asumir una verdad nada fácil de asimilar.
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¿Por dónde comienzo?
Creo que tanto este libro como Mensajes en las Paredes del Baño (ambos leídos el mes pasado) fueron dos libros a los cuales entré sin ninguna gran expectativa.
Y a veces eso es lo mejor que podemos hacer.
La verdad es esta: una vez que empezás este libro, no podes para de leer.
La autora me mantuvo en todo momento esperando por el siguiente capítulo, comiéndome las uñas para ver qué era lo que iba a pasar. El personaje de Flora es tan complejo y simple al mismo tiempo que te agrada de inmediato; claro que de a momentos sentimos que estamos leyendo a una niña, porque simplemente es la verdad: las personas que Flora tiene a su alrededor solo la tratan como si fuera pequeña y no pudiera hacer nada por si sola.
Suelo tener un problema con los personajes secundarios, a veces. Y eso fue lo que pasó, no solo con los padres de Flora (y por suerte al final entendemos el por qué de su comportamiento tan sobre protector) sino también con su mejor amiga y el chico a quien ella le dio el beso.
La aventura de Flora comienza a partir de ese solo recuerdo que tiene y es increíble, como algo que nos hace sentir bien puede ser lo que nos lleve a hacer locuras.
Flora se embarca en un viaje para encontrar a Drake, el chico del beso, y a partir de allí es cuando realmente podemos ver el miedo y el olvido de Flora, que tiene que recordarse a si misma con notas en sus brazos y en las paredes lo que ha ocurrido y donde se encuentra.
Me sorprendió muchísimo como, a pesar de que ella siempre se está olvidando de todo lo que pasa en su vida, hay un crecimiento importante en el personaje y lo van a tener que leer para descubrirlo.
¡Muchas gracias a BestYa por el ejemplar!
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¡Muchas gracias por leer!
Sofía
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